Tantas Cosas....

Cada día que pasa, o mejor cada vez que llega la noche, tengo planeado ir hacer tuto temprano, pero entre correos, los monos y escribir, no termino nunca.
Hace poco, andaba buscando relatos ….. hay unos muy buenos, pero llevan mi nombre o el de Pollito.
Me da una lata cambiarlos, así que tiré otro con su nombre ….. buuu de seguro mañana me dice algo.
En fin, esta tarde estuvimos juntos un ratín y luego con Iña.
Conversamos bastante, mi Pollo, del otro lado, estaba muerto.
en la mañana no estuve con el, solo lo esperé un rato y me aburrí, y me fui a dormir …. Pero como había tanto ruido de los maestros, me levanté para hacer aseo como todos los domingos.
Pero algo raro sentía, ya cuando tenía la cama toda desarmada, no podía mas, así que llamé a mi mamá para la glicemia.
Tenía 30 y algo, pero doña se altera y ahí no tengo ni pito que tocar.
Llamó a help, y mientras tanto me entretenía comiendo azúcar, me cachaba y me la quitaba.
Al final, llegaron, ahí estuvieron como dos horas conmigo, la verdad estaba histerica, porque pensaba que no iba a estar con pollo y lo otro que el doc a toda costa quería llevarme al hospital
Ni loca ¡!!
Le dije lo mas educadamente posible:
Perdoneme usted doc, pero yo no voy a ningún lado y menos así.
El tipo era joven, medio inseguro , me cayó mal, varias veces le respondí mal y miraba feo, hacía puras preguntas hueonas sin sentido.
Al final, terminamos conversando con el, el paramédico y el chofer
Cosas de la vida.
Nada interesante a exceptción de eso y mi mamá que me sigue mosqueando, que no me puede ver tranquila, que siempre irando mierda.
Pero bueno, mas no puedo hacer.
Lo mismo que le comentaba a burro, que ganas de poder tener un trabajo ganar bien, no estar tan complicada de salud, para irme de una vez y no estar dependiendo de nada y que todo el día te estén recalcando cosas de que eres aprovechadora, que no haces nada mas que estar con los vagos de ciegos, que limpia tu pieza, que acompañame a un lado que yo no quiero ir, que peleas, que insultos, vaya mierda de vida que llevo.
Prometió el otro día portarse bien, no decir pavadas, pero sigue igual.